Oh, arpa de bardo que el polvo ha vestido,
Que duerme en la sombra de un rincón perdido,
un rayo de luna invade tu esquina
y un halo de niebla de azul te ilumina.
De pronto la magia de un son iracundo
Despierta a tus cuerdas de un sueño profundo.
¿Qué soplo de vida te habrá reanimado?
¿O habrás recordado aquel tiempo, pasado
cuando por las noches de ardientes doncellas
el son, ya olvidado, llevabas con ellas?
¿O en estos jardines aún florecientes
sus pies y sus pasos ligeros presientes?
О арфа скальда! Долго ты спала
В тени, в пыли забытого угла;
Но лишь луны, очаровавшей мглу,
Лазурный свет блеснул в твоем углу,
Вдруг чудный звон затрепетал в струне,
Как бред души, встревоженной во сне.
Какой он жизнью на тебя дохнул?
Иль старину тебе он вспомянул —
Как по ночам здесь сладострастных дев
Давно минувший вторился напев,
Иль в сих цветущих и поднесь садах
Их легких ног скользил незримый шаг?
«Por cimbreante ramita aromada, / absorbiendo en tinieblas su néctar, / de un cáliz a otro corría / la humedad de alocada tormenta. Deslizándose de uno a otro cáliz, / dejó en ellos, muy nítida, / una gota, enorme, cual ágata, / reluciente, colgante y tímida. Nada importa que e...»
«Amiga mía, ¿tú preguntas / quién ordena que arda el / habla del inválido? Vamos a soltar las palabras / como un jardín, cuál ámbar y monda: / con distracción y generosamente, / apenas, apenas, apenas. No hay que mencionar / porqué con tanta ceremonia / la rubia y el limón ...»
«¿Por qué estás tan triste, mi buen artista, / mi buen pintor, músico o bardo? / ¿A cuál de las tempestades, la más salvaje, / le has gastado todo tu talento y tu corazón? ¿Y en qué parte del camino / perdiste todas tus miserables monedas de cobre? / Ibas a ser un profeta de Dios...»
«¿Fue todo realidad? ¿Es hora de paseos? / Es mejor dormir eternamente, dormir, dormir, / y no ver sueño alguno. Otra vez la calle. Otra vez la cortina de tul. / Otra vez, cada noche, la estepa, el almiar, los lamentos, / ahora, y en adelante. Las hojas en septiembre, con asma en cada á...»