Aquí estamos, en desesperación,
doblando nuestros brazos en orgullo,
al borde de la separación,
en el umbral de una situación difícil
donde los relojes con pasos medidos
apegarse precisamente a su curso,
y mantenemos nuestras caras sonrientes
bajo llave y cerradura, como puertas.
Los días de la cuenta están cerca, y
el tiempo nos ha llevado a la bahía ...
Estamos enclavados en nuestra encrucijada
de una manera descuidada y descuidada.
Мы стоим — крестами руки —
безутешны и горды,
на окраине разлуки,
у околицы беды,
где, размеренный и липкий,
неподкупен ход часов,
и улыбки, как калитки,
запираем на засов.
Наступает час расплаты,
подступает к горлу срок...
Ненадежно мы распяты
на крестах своих дорог.