Los viejos no temen ir a la parroquia.
Serían fáciles, como héroes, morir.
Pero no necesitan ser tan febriles:
nunca serían llamados a pelear.
En las batallas, mueren quienes son más jóvenes,
aunque nunca desean morir, —
dejando sus sueños dorados del hambre de la vida —
entre nosotros, que es más viejo - para volar.
Y su escuadrón silencioso llena el aire, a
través de la luz del mediodía y la oscuridad de la noche vuela... Las
sombras son negras, y las alas - de la feria blanca,
y uno no puede esconderse de sus ojos
Старики умирать не боятся.
Им геройски погибнуть не труд.
Только нечего зря распаляться:
все равно их на фронт не берут.
Умирают в боях молодые,
хоть не хочется им умирать, —
лишь надежды свои золотые
оставляют меж нами витать.
И бесшумная их эскадрилья
наводняет и полдень и мрак...
Тени черные, белые крылья,
и от глаз не укрыться никак.