Camino sola por el universo
con mi sueño majestuoso,
con mi odio hacia la vida perecedera,
con mi belleza amarga.
El destino me convirtió
en zarina de un trono ilusorio…
La corona de mis trenzas negras glorifica
la curva orgullosa de mi frente.
Pero en los siglos consumidos duermen
todos los que podrían ser amados,
como yo, atormentados por la tristeza,
como yo, solos en sus sueños.
Moriré en la estepa de una tierra extraña
pero romperé el círculo encantado.
¿Para qué son tan tiernas las manos?
¿Por qué Cherubina es un nombre tan frágil?
С моею царственной мечтой
Одна брожу по всей вселенной,
С моим презреньем к жизни тленной,
С моею горькой красотой.
Царицей призрачного трона
Меня поставила судьба…
Венчает гордый выгиб лба
Червонных кос моих корона.
Но спят в угаснувших веках
Все те, кто были бы любимы,
Как я, печалию томимы,
Как я, одни в своих мечтах.
И я умру в степях чужбины,
Не разомкну заклятый круг.
К чему так нежны кисти рук,
Так тонко имя Черубины?
«Es delicioso levantarse muy temprano / Y percibir las huellas frescas en la arena. / Es delicioso recordarte así / Saber que estás conmigo. Yo te amo, primor mío, / Despreocupada juventud mía / Y la transparente ternura del Kremlin, / En esta mañana, es como tu propio encanto.»
«La bruma nocturna me sorprendió en el camino. / Tras la espesura la luna lanzó su mirada. / El caballo fatigado daba inquietos golpes con las pezuñas; / tranquilo de día, extrañaba la noche. / Sombrío, inmóvil, soñoliento, / el conocido bosque me aterraba / y hacia el claro plate...»
«El viento irrumpe, aúlla la nieve, / Y en la memoria por un instante resurge / Aquel lugar, aquella orilla lejana… / Las flores débiles bajo la escarcha se marchitaron… Y mis antiguas afecciones / Susurran como la hierba seca… / Es de noche. Y en la noche, por un sendero tupido / ...»
«Al trote, al galope / fue nuestro escuadrón / y "La Manzanita" / en la lid cantó. / De la inmensa estepa / el fresco verdor / recuerda hasta ahora / aquella canción. Mas mi compañero / un otro cantar / de tierra remota / solía entonar. / Cantaba mirando / su tierra nata...»